domingo, 3 de abril de 2011

ESTO ES UNA MIERDA





Tiempos de cambio. Se han caído los castillos de naipes. La crisis inmobiliaria demostró lo que todos sabían: la especulación es sólo un negocio, beneficia a unos pocos y no es un puntal productivo. Que los bancos y las grandes corporaciones nos roban era sabido. Ahora lo hacen con descaro y alardean de sus beneficios.

Los documentos de Wikileaks han demostrado lo que todos sospechábamos: el cinismo de los Gobiernos. Afirman una cosa y hacen otra. Son chapuceros, mentirosos. Y encima manejan información tipo “radio macuto”.

El trágico terremoto de Japón acaba de dejar bien claro que el negocio de lo nuclear se apoya en un precipicio. Lo sabíamos, y hay grupos que llevan años repitiéndolo. Pero los interesados nos han repetido hasta la saciedad lo “seguro” de esa energía. Ahora, tanta “seguridad” es papel mojado.

Los fiscales y los jueces están descubriendo algo que era de conocimiento público. Gran parte de la clase política ha utilizado la corrupción, de consuno con especuladores y grandes empresas, para robar directamente el dinero público.

La prensa y en general los medios de comunicación se han pasado años dándonos lecciones de libertad de expresión e independencia. Ahora, para enterarnos de lo que realmente pasa hay que conectarse a internet y buscar nuevas fuentes. Ellos sólo representan el antiguo régimen. Dan importancia a lo que tiene poca, y obvian lo que en verdad es importante.

Una cultura basada en el dinero (sobre todo para unos cuantos). Y que ha convertido lo accidental en esencial y lo esencial en accidental.

Dicen: “no se puede prescindir de lo nuclear, ¿cómo mantendríamos nuestro modelo de crecimiento?”. O sea que es más importante seguir comprando teles de plasma aunque se envenene el planeta y se condene a las futuras generaciones a la enfermedad y el desastre. Se cagarán en nosotros.

A lo largo de la historia, los pueblos han pensado en sus descendientes. Ahora sólo preocupa que no nos quiten el “ipad”.

El dinero tapa bocas. Casi todos callan.

Pero esto es una mierda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, y también creo que la mayor parte de la población lo está. Pero creo que hay un problema muy grave: lo fácilmente que la población olvida. Olvida con facilidad lo que algunos que se llaman políticos han hecho, olvida lo que fue Chernóbil hace 25 años,...y la historia vuelve a repetirse.Quizá estemos saturados de información y ya no distingamos lo secundario de lo fundamental,...quizá prefiramos mirar hacia otro lado, para poder seguir comprando cosas que creemos "imprescindibles".Entonces ¡SI!,nos mereceremos la contaminación de los mares y las tierras.¿Conseguiremos parar a tiempo? ¿Queremos tan poco a nuestros hijos para dejarles tan mísera herencia?