lunes, 29 de noviembre de 2010

LA CÁMARA OSCURA



Uno de los atractivos de Cádiz se encuentra en la Torre de Tavira. Es la más antigua del casco antiguo, y posee algo mágico, original, que atrae a los curiosos: una cámara oscura. Ese fenómeno se conoce desde la antigua Grecia, y consiste en tener una pieza completamente cerrada y a oscuras. Por un pequeño orificio se introduce la luz, y entonces refleja en la pared opuesta una extraña imagen. Se contempla el panorama del exterior, borroso e invertido.

No es de extrañar que en la antigüedad ese efecto causara sorpresa y perplejidad. Aristóteles lo explicaba por la naturaleza vibratoria de la luz. Y se dice que el propio mago Merlín lo empleaba con fines estratégicos. El hecho es que en Cádiz se divisa una extraña panorámica de todo el casco antiguo, con esos colores vivos que parecen de película de 8 mm y cabeza abajo. Uno de quienes comenzó a utilizar la cámara oscura para sus dibujos y pinturas fue Leonardo da Vinci y el término “cámara oscura” se lo debemos a Kepler.

Pues bien, aquellos que deseen contemplar en vivo la magia de la cámara oscura no tienen que viajar a Cádiz. Basta con que se acerquen al edificio de Cort, concretamente a la puerta que da a Santa Eulàlia, donde antaño estuvo la Casa de Socorro.

Los chorizos de aldabas que hicieron su agosto hace ya bastantes años por el barrio antiguo, dejaron un rastro de orificios donde antes se encontraban estos artísticos objetos. Uno de ellos se encuentra justamente en esa puerta. Y como existe otra puerta inmediata de cristal opaco, allí se produce como por ensalmo el efecto más exquisito de la cámara oscura.

Es como una visión poética. Allí están los plataneros de la plaza, con sus hojas de verde jugoso. Ves pasar la gente, los edificios de enfrente. Todo un poco desenfocado e invertido, tal como debía de contemplarlo Aristóteles cuando reflexionaba sobre el origen de tan fascinante efecto.

En el siglo XVI, un físico napolitano que se llamaba precisamente Della Porta, descubrió que aplicando una lente de lupa en el orificio de una cámara oscura, la imagen ganaba en nitidez.

Desde aquí animo al Ayuntamiento a hacer lo propio. Colocar una lupa en el agujero cuesta muy poco, y a cambio podremos deleitarnos con un espectáculo gratuito. Sentarnos a contemplar como la Plaça Santa Eulàlia se mueve como si fuese una pintura animada.

jueves, 25 de noviembre de 2010

"LA MEMORIA DE LAS OLAS"






Uno cree cada vez menos en el formato libro tal como ahora se está formulando. Demasiado sujeto a los medios de comunicación. Demasiado jerarquizado por las ventas. Demasiado "light" y digerible. Las editoriales sólo quieren grandes ventas, y los alcances medios o pequeños acaban simplemente en el saldo o el tritureo. Qué mierda.

Por eso resulta un lujo poder publicar algo en lo que uno sí cree. Este es un libro minúsculo, de sólo 7 euros, para ser leído de un tirón. contracorriente, anticomercial porque habla de la vejez, las residencias, la memoria que se disuelve y en el fondo la muerte.

Pero aquí está. Acaba de salir a las librerías. Probablemente no tenga ningún éxito ni repercusión. Pero no importa. Había que hacerlo.

domingo, 21 de noviembre de 2010

PERIODISMO DE VERDAD




Inspiran repugnancia esos falsos opinadores y periodistas que nos rodean. Vanidosos, gritones, ahuecados como pavos, hablando sobre lo divino y lo humano, presumiendo de valentía en sus ataques y críticas.

Cuando escucho a esos tertulianos o profetas políticos me acuerdo de un caso de periodismo de verdad. Un profesional que sí que se jugó la vida, y al final la perdió. Pero que no por eso renunció al humor, ni a la grandeza humana, ni al valor. Los terroristas mataron en 1994 al periodista argelino Said Mekbel. Y éste fue su último artículo, lleno de ironía e integridad profesional. De verdad.

Qué fácil es vociferar y perorar cuando no se corre ningún riesgo.

Qué valor tiene enfrentarse enemigos mucho más poderosos que tú, dispuestos al crimen, con el único arma de la pluma y la verdad.

Este artículo se publicó en "El País" nueve días después de su muerte.

martes, 16 de noviembre de 2010

SANT FRANCESC




Hace unos días, se celebraba en el Col·legi d’Arquitectes un seminario sobre movilidad. Una de las intervenciones estuvo a cargo de Carlos García Delgado, quien se preguntó por qué Palma ha abandonado algunos lugares privilegiados a los coches. Puso como ejemplo la plaza de Sant Francesc.

En cierta manera, creo que somos muchos los que hemos pensado lo mismo en alguna ocasión. No cabe duda de que la plaza de Sant Francesc es una de las más bonitas de la ciudad. Por un lado tiene la magnífica fachada barroca del templo, con ese coro de ángeles que dice la leyenda fue el que evocó Juníper Serra al poner a una de sus fundaciones Los Ángeles. Así al menos lo cuenta Miquel Ferrà i Martorell en uno de sus libros de itinerarios. Al otro lado, una serie de estupendos “casals” de la ciudad vieja. Con sus invernaderos de cristal, sus grandes portalones en medio punto, sus patios oscuros y resonantes.

Como contrapunto, dos edificios bien singulares. Por un lado el colegio de Sant Francesc, obra de Alomar y Ferragut, y por la obra la caja de Ahorros con el aparato modernista y neoclásico de Bennàssar. Dos conjuntos que otorgan una diversidad arquitectónica muy interesante al conjunto.

Agitemos todos esos elementos, imaginando que en lugar de un aparcamiento congestionado y lleno de coches en doble fila, lo que tenemos es una plaza peatonal. Con árboles, con terrazas. Una plaza “a la italiana”. Pictórica, espectacular. Que causaría la envidia de otras ciudades.

Realmente el cambio sería total. De ser un lugar de paso se convertiría en un punto de encuentro. Animado además por los estudiantes, por los que visitan el templo. Parece mentira que teniendo este capital en las manos, siga siendo simplemente un triste dormidero de coches. Oscuro y desolado por las noches. Sin encanto alguno.

No estaría mal hacer un recuento de esas plazas o rincones desaprovechados con los que cuenta Palma. Lugares que lo tienen todo y sin embargo duermen el sueño del olvido. Abandonados a la desidia y la falta de aprecio por los valores de la ciudad.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL BLUES DE JOAN MIQUEL




Para el 3 del próximo mes de diciembre se ha organizado un concierto de amigos en homenaje al fotógrafo y guitarrista Joan Miquel Ferrà, fallecido hace escasas fechas.

Será una bonita manera de mantener vivo su recuerdo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

LOS COLORES DE LA ETERNIDAD




La eternidad no es un concepto filosófico. Es una realidad transversal.

Hay momentos que, por más breves que sean, son eternos. Cuando la unicidad de tu materia se diluye por unos instantes en el juego cosmogónico de todas las otras materias. Te conviertes un poco en la luz del atardecer, en el aroma a sal del mar, en el crujido de los guijarros cuando se retiran las olas, en los regueros de agua que forman los relieves de las rocas.

Intuyes entonces que has dejado de ser tú solo para diluirte espiritualmente en el ciclo grande del paisaje. Aunque sea de forma fugaz.

Ese es el gran poder, la gran trascendencia de los espectáculos de la naturaleza.

Ese es el delito y la cruel torpreza cuando se destruyen por dinero.